jueves, 30 de octubre de 2008

"Adivina cuánto te quiero", un cuento sobre el amor


A veces es díficil encontrar las palabras. En realidad ¿hay palabras para explicar ese arrobamiento, esa dulzura infinita, esa magia del amor que sentimos cuando miramos a nuestro niño? ¿Puede él, tan chiquito, encontrar las palabras que expresen lo que siente por nosotros?
Este precioso cuento, firmado por Sam McBratney, las busca y nos las ofrece perfectas para decir y para soñar. Y es que el amor es más grande que todo lo que podamos abarcar con los brazos, más alto de cuanto podamos saltar. Es tan inmenso que ir y volver de la Luna lo abarcaría y necesitaríamos más espacio aun.
En “Adivina cuanto te quiero” son dos liebres las protagonistas, la grande y pequeña. La liebre grande es un papá o una mamá. Introduce dulcemente la idea de no dejar a los niños dormirse solitos, porque termina cuando la liebre grande besa a la pequeña adormilada y la acompaña mientras se va durmiendo. Una preciosidad, de verdad.

Canción de Heidi


domingo, 26 de octubre de 2008

ORGULLO DE MAESTRA


Al saber que soy maestra, la gente suele preguntarme qué enseño, y mi respuesta de que doy clases en aulas de Educación Infantil generalmente les arranca un "¡Ah!" tan desabrido, que me gustaría exclamar:

-¿En qué sitio, si no allí, me abrazaría un apuesto jovencito y me diría que me quiere?

-¿Dónde más podría atar lazos para el pelo, ajustar cinturones, ver un desfile de modas a diario, y, aunque siempre me vista de la misma manera, oír decir que mi vestido es bonito?

- ¿En qué otro lugar tendría el privilegio de mover dientes flojos y de arrancarlos cuando terminan de aflojarse?

- ¿Dónde más podría guiar en la escritura de las primeras letras una manita que quizás algún día escriba un libro importante? ¿En qué otra parte olvidaría mis penas porque tengo que atender tantas cortaduras, raspones y corazones afligidos?

- ¿Dónde conservaría el alma joven, sino en medio de un grupo cuya atención es tan efímera que siempre debo tener a mano una caja de sorpresas?

- ¿Dónde me sentiría más cerca del Creador que en un lugar donde, por un esfuerzo que yo he hecho, un niño aprende a leer?

- ¿En qué otro sitio derramaría lágrimas porque hay que dar por terminado un año más de relaciones felices?

Web Católico de Javier

NIÑOS... POR ANNE GUEDES

Te presento al PATO RENATO. Él es la mascota del blog y siempre está hambriento, por ello, no olvides darle de comer pulsando en "more". ¡cuack,cuack!